Aloha en hawaiano significa ¡HOLA! y los lugareños de esta isla usan esta expresión para dar la bienvenida a los turistas. Qué suerte haberle dado la bienvenida al pelapiñas de Iris un día en mi vida. Puede sonar a exageración pero es una de esas pequeñas cosas que te alegra haber descubierto.
La piña es fresca, digestiva, diurética…pero resulta difícil aprovechar toda su pulpa cuando la compras de una pieza. También, debido a su cáscara tan dura resulta farragoso cortarla. Con el pelador de piñas estos dos problemas están resueltos. Además, la cáscara queda entera y perfecta para hacer emplatados espectaculares para fiestas o eventos.
Con el pelapiñas de Iris consigues disfrutar de la pulpa de la piña en rodajas en menos de 1 minuto.
Su uso es súper sencillo. Primero cortamos la parte superior donde están las hojas (con un diámetro suficiente para que quepa el pelapiñas). Introducimos el pelapiñas dejando la parte central, dura, de la piña, en el centro. Damos vueltas al pelapiñas y como si de un sacacorchos se tratara, llegamos hasta el fondo, y sacamos el pelapiñas con todo su contenido hacia arriba.
UN EMPLATADO MUY TROPICAL
El resultado es una fantástica ‘cinta’ o rodaja de piña que podemos trocear al gusto. La cáscara de la piña podemos usarla para rellenarla de ensalada, o cocktail de gambas, o cualquier otra receta refrescante que dará un toque súper original a tu mesa.
La zona central de la piña quedará dentro del utensilio. Sacando la parte superior extraíble podemos quitar esta parte no comestible de la piña y podemos lavar el pelapiñas a mano o usar el lavavajillas.
¡A disfrutar!