Los termos son de los accesorios más versátiles para las personas que comemos fuera de casa. Hay de varios tipos pero, normalmente diferenciamos entre los específicos para llevar líquidos, con forma cilíndrica o de botella, y los más anchos y redondos, que son más más adecuados para llevar comida sólida como guisos, cremas o sopas. Los termos de sólidos disponen de ‘boca ancha’ que nos permite comer directamente del termo. En este post, os hablaremos de los cuidados básicos para que tu termo esté siempre como nuevo y evitar que se deteriore.
El termo es un accesorio delicado que precisa de unos cuidados especiales si queremos que se conserve bien con el paso del tiempo.
1. No apto para lavavajillas: normalmente los termos tienen distintos tipos de acero inoxidable en su fabricación. En su interior suele llevar el de más calidad para evitar la oxidación de la parte en contacto con los alimentos y la exterior, a veces, de menor calidad para no hacer que el producto se encarezca demasiado. Por eso, es mejor no exponer el termo a las temperaturas y humedad del lavado en lavavajillas. Además, si el termo tiene algún pequeño poro en el acero inoxidable exterior y lo ponemos en contacto de un producto ya oxidado en el lavavajillas también se puede oxidar.
2. Lavado a mano: si no queremos que el acero inoxidable se dañe es conveniente lavarlo a mano y con la parte suave de la esponja. Del mismo modo es recomendable que el jabón sea suave y no utilizar ningún producto con cloro, blanqueantes o disolventes.
3. Secado: este paso es muy importante para evitar la oxidación. Aunque el material sea Acero Inoxidable, si no secamos las piezas después de lavarlo, está expuesto a que le pueda salir algún punto de óxido a través de algún pequeño poro del material. Es conveniente que para alargar la ‘vida útil’ de tu termo, lo laves a mano, con máximo cuidado, y que después seques muy bien cada una de las piezas que lo componen.
4. Almacenaje: un truco para un buen almacenaje del producto es que, además de secarlo muy bien antes de guardar, coloquemos papel de cocina dentro. Arrugándolo un poco, en forma de bola. Con un par de papeles de cocina tienes suficiente. Además, es conveniente no cerrar la tapa. Se puede almacenar al lado de la base del termo. Si por tema de orden no te va bien tener la tapa suelta, colócala encima de la base de termo, pero sin cerrar, con un papel de cocina entre la base y la tapa. El papel de cocina absorbe la poca humedad que pueda quedar y evita también malos olores.